Pro-Activa Serveis Aquàtics SL es, posiblemente, la empresa que goce de mejor prensa de todo el sector, gracias a Òscar Camps, galardonado en 2015 con el Premi Català de l’Any que entrega El Periódico de Catalunya. Camps es el fundador y director de la ONG Proactiva Open Arms, que realiza una labor humanitaria digna de aplaudir en el mar Mediterráneo. Pero su labor humanitaria al frente de Open Arms choca frontalmente con las prácticas de la empresa Pro-Activa Serveis Aquàtics, que tiene diversas sentencias condenatorias, la más reciente del año 2018.
Luis Miguel, trabajador del servicio de salvamento y socorrismo en las playas de Barcelona, había participado en 2016 «en la taula de negociació com representant del sindicat [Confederación General del Trabajo (CGT)]» para conseguir la subrogación de los puestos de trabajo al cambiar la empresa (de Cruz Roja a Pro-Activa Serveis Aquàtics) que gestionaba el servicio de prevención de accidentes, salvamento, socorrismo e información a los usuarios de las playas de la ciudad de Barcelona. Luis Miguel fue despedido por la nueva adjudicataria por no haber superado el periodo de prueba.
Poco después el trabajador presentó la correspondiente denuncia, que fue desestimada en la sentencia emitida por el Juzgado de lo Social. Pero el Tribunal Superior de Justicia de Barcelona (Sala de lo Social), en su sentencia nº 5648/2018 puso las cosas en su sitio, estimando parcialmente la demanda, declarando que el despido era «nulo, por vulneración del derecho fundamental de libertad sindical» y condenando a Pro-Activa Serveis Aquàtics a que «readmita inmediatamente al demandante en su puesto de trabajo en las mismas condiciones que regían antes de dicha decisión extintiva, con abono de los salarios dejados de percibir desde que la misma se produjo hasta que la readmisión tenga lugar» y condenando «a la demandada a que abone al trabajador demandante, en concepto de indemnización adicional por daños morales, la suma de 6.251 euros».
¿Una excepción el comportamiento de Pro-Activa Serveis Aquàtics? No lo parece a la luz de la Sentencia nº 91/2015 del Tribunal Superior de Justicia (Sala de lo Social) de las Islas Baleares, en la que dicha empresa es condenada por el despido improcedente de cinco socorristas. Estos cinco trabajadores habían participado, junto a otros compañeros, en una manifestación el día 16 de julio de 2012 en la que protestaban «por el retraso del abono del mes de junio». Al año siguiente la empresa consideró que no podía contar con estos cinco trabajadores, pues «necesitamos personal que tenga rápida adaptación no sólo al sistema de trabajo de Pr@activa [sic] sino también que sumen en cuanto a actitud». Para esta empresa los trabajadores habían ido demasiado lejos al reclamar una nómina no pagada.
Luz en el socorrismo profesional
Si hay que señalar algún grupo como vanguardia de la lucha por los derechos laborales del socorrismo profesional ese es la Secció Sindical CGT del servei de salvament i socorrismo de les platges de la ciutat de Barcelona (4), creada en junio de 2012, aunque ya había empezado a gestarse hacia el final de la temporada del año 2011, cuando trabajaban para Cruz Roja. Esta sección sindical, compuesta por 65 trabajadores (socorristas, coordinadores de playa, patrones, tripulantes, técnicos de emergencia, enfermeros y técnicos de baño adaptado) de un total de 95 se formó a partir de 4 asalariados que decidieron dar el paso de organizarse para luchar por sus derechos al detectar diversas irregularidades, la negativa de la empresa (Cruz Roja) a dialogar y a corregir sus incumplimientos. El año 2016 fue para ellos un antes y un después, pues sus puestos de trabajo estaban en juego y su desempeño sindical, que estaba dando sus frutos, se podía desvanecer. Pro-Activa Serveis Aquàtics se hacía con el contrato para gestionar los servicios de salvamento y socorrismo en las playas de Barcelona tras la autoexclusión de Cruz Roja. La subrogación no parecía entrar en los planes del Ayuntamiento ni de la nueva empresa, por lo que los trabajadores iniciaron una serie de protestas, llegando a encerrarse en el Ayuntamiento de la Ciudad Condal. Finalmente consiguieron imponer sus reclamaciones y esta victoria les hizo «crecer y madurar tanto a nivel sindical como personal». La sección sindical destaca que existen pocas diferencias entre Cruz Roja y la empresa Pro-Activa Serveis Aquàtics a la hora de tratar a sus empleados y su predisposición a negociar. Para estos trabajadores «el modus operandi es básicamente el mismo en ambas empresas, imponer el miedo a sus emplead@s [sic] para que no se atrevan a reclamar ni organizarse. No había predisposición por parte de las empresas a negociar hasta que no hubo una convocatoria de huelga» (en 2013 afrontaron un conflicto laboral con Cruz Roja tras el despido de varios trabajadores que llevó a la convocatoria de una huelga en Semana Santa).
FUENTE:AQUÍ