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No podemos quedarnos cruzados de manos ante el recorte de libertades y derechos, ocurra donde ocurra.
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Las personas trabajadoras catalanas se encuentran bajo un estado policial intolerable.
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Las tripulaciones de Remolcadores protestan ante la presencia de los antidisturbios en el puerto de Barcelona.
A la reciente negativa de los estibadores del puerto de Barcelona a cargar uno de los Buques de Crucero que albergan a las fuerzas antidisturbios españolas, se suma la protesta de las tripulaciones de los Remolcadores que se quejan de la presencia policial a solo 30 metros de donde permanecen atracados, y por cuya razón están siendo sometidos a controles policiales para acceder a sus puestos de trabajo.
La vulneración de los derechos y libertades de las personas que viven y trabajan en Cataluña es injustificable e intolerable, y requiere una respuesta proporcional a la agresión orquestada por el Gobierno del Estado español.
Hoy estamos viviendo situaciones pretéritas que nos parecían ya descartadas en nuestra sociedad, y lo que es peor, la respuesta dada ante el conflicto político creado y alimentado por el nacionalismo rancio de una gran parte de los dirigentes políticos de este país, solo permite prever un rumbo dirigido a empeorar la situación, a aumentar la represión y por tanto a alimentar el nivel de visceralidad de una cuestión que hace ya mucho años, hubiera requerido importantes dosis de diálogo inteligente, algo que, visto lo visto, parece poco probable exista capacidad y voluntad para hacerlo posible.
Solo el sentido común y la responsabilidad de las personas trabajadoras pueden ser alternativos a lo que está ocurriendo, y debemos poner de nuestra parte para pacificar la convivencia en los centros de trabajo, y evitar situaciones de conflicto no deseables entre nosotros.
Creer que con el uso de la fuerza, que con enviar a Cataluña antidisturbios, realizar detenciones e intervenir las cuentas e incluso a la Administración Catalana, van a conseguir resolver la situación, demuestra el escaso nivel y empatía de quienes gobiernan y da más sentido si cabe, a las que están convencidas de que Cataluña no tiene cabida en esta España.
Más allá de estas y otras consideraciones, desde el sector Mar y Puertos de las CGT damos nuestra apoyo a todas aquellas personas que en virtud de sus ideas, sean las que sean, estén siendo perseguidas o reprimidas, y mostramos nuestra solidaridad con las trabajadoras catalanas, que hoy, como hemos descrito, están viendo vulnerados derechos fundamentales y están sufriendo en sus vidas una alteración de la convivencia injustificable.
Y desde CGT animamos a la clase trabajadora a organizarse solidariamente para dar respuesta clara y consecuente, a la degradación de nuestros derechos y libertades.
Asamblea del Puerto de Barcelona de CGT Mar