CGT presentó recientemente al presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Aurelio Martínez, y al gerente del Centro Portuario de Empleo de Valencia, Daniel Llera, su proyecto de futuro para el puerto de Valencia y la manera en que debería configurarse la carrera profesional de estibador “desde antes de obtener el Certificado de Profesionalidad hasta su consolidación como estibador portuario profesional”.
CGT es de la opinión que con la reforma de la estiba “se ha superado la imposibilidad que existía de gestionar al mismo tiempo el colectivo de los trabajadores fijos y los eventuales”, por lo que en la actualidad “no sería necesaria la actual intervención de Ranstand en la gestión de eventuales, lo cual repercutiría directamente en un ahorro de costes”. De ser legalmente así, “nada impide que el Centro Portuario de Empleo pueda gestionar, además de los trabajadores fijos y eventuales la gestión de un grupo auxiliar adicional”. De esta forma, el Centro Portuario de Empleo “gestionaría de forma directa el futuro grupo auxiliar, los actuales estibadores eventuales y los estibadores profesionales”.
Para ello, la consecución de estibadores profesionales estaría constituida por cuatro fases. La primera de ellas sería una “fase de aprendizaje con el Grupo Auxiliar”, el cual realizaría “tareas complementarias para empresas dentro y fuera del recinto portuario”. En segundo lugar se iniciaría la fase formativa para obtener el Certificado de Profesionalidad, “donde el propio CPE debería obtener la homologación como propio centro de estudios homologado para emitir dicho certificado tanto teórico como práctico”. Una vez obtenido este certificado, se iniciaría una nueva fase con la realización de tareas portuarias y complementarias. La última fase, “siguiendo el procedimiento de ingreso establecido en el Acuerdo Sectorial”, consistiría en la “adquisición de la condición de estibador portuario profesional fijo”.
Asimismo, durante el encuentro con el presidente de Valenciaport, CGT manifestó su negativa a la automatización de la futura ampliación norte, argumentando que “el puerto de Valencia ni es del presidente ni de su Consejo de Administración y que, como gestores del interés público de los valencianos en el puerto, se debe a éstos y no sólo a los intereses de los grandes grupos de inversión extranjeros”. En ese sentido, CGT valora el papel jugado por los trabajadores portuarios en el crecimiento del puerto y de su posicionamiento como líder en el Mediterráneo: “Sería un auténtico desastre, un descalabro y un auténtico despropósito tratar de generar una riqueza en Valencia y que pase largo para los valencianos”.
Además se le transmitió el “malestar” generado entre los estibadores por considerar la automatización “una forma de escapar o evitar a los estibadores refiriéndose a ellos sólo como generadores de conflictos”.