Jornadas de alta tensión para la plantilla de Salvamento Marítimo en Canarias. En solo dos días han auxiliado a 1.289 personas localizadas a bordo de 23 barquillas precarias que navegaban cerca de las costas del Archipiélago. Lanzarote es la isla que más migrantes ha recibido y los equipos de rescate no han tenido apenas unos minutos de respiro entre una intervención y otra. «La tripulación de la salvamar Al Nair, con base en el muelle de Arrecife, ha pasado unas 40 horas seguidas de rescates en alta mar sin descanso», denuncia el secretario de organización del sector del mar y puertos de la Confederación General de Trabajadores (CGT), sindicato mayoritario en la flota de Salvamento Marítimo (Sasemar), Ismael Furió, quien advierte que la fatiga de los equipos conlleva poner en peligro la vida de muchas personas. «No podemos más. Ya es una cuestión de supervivencia pura y dura. Un mínimo despiste por el cansancio puede ser fatal para la vida de muchas personas», señala.
Además de las horas de navegación y de soportar los momentos de angustia que viven cuando traspasan a los migrantes a la salvamar, la tripulación se tiene que hacer cargo del mantenimiento, preparación y acondicionamiento de los buques entre operaciones. En estos días, apenas ha habido tiempo para repostar. «La Al Nair estaba en muy malas condiciones. Destrozada. Sin material, sin combustible y con medio metro de basura en cubierta. La tripulación la limpió entre la una y las tres de la mañana y a las ocho los volvieron a activar», detalla Furió.
«Metemos a niños en bolsas»
«Están siendo jornadas muy complicadas. Es una salvajada», lamenta el representante sindical, que pone el foco en la necesidad de reforzar la plantilla en las Islas para aliviar la presión que soportan determinados equipos. El rescate de las casi 14.000 personas que han arribado a El Hierro en lo que va de año ha recaído sobre los ocho profesionales de Salvamento Marítimo que se turnan cada semana en equipos de cuatro, como dotación de la salvamar Adhara. «No tiene sentido que disponiendo de plazas libres para aumentar las tripulaciones y poner en funcionamiento las unidades que están paradas», explica Furió, quien critica que se estén utilizando esas plazas para cubrir puestos de oficina en Madrid.
Desde CGT aseguran que hay cinco salvamares inactivas en diferentes puertos de la Península, que están «viejas» pero «inútiles» y que se podrían destinar a Canarias para reformar las labores de rescate, contribuyento a aliviar la presión sobre la plantilla desplegada en las Islas. «Hay unas 26 plazas libres autorizadas por el Ministerio de Hacienda y hay barcos parados. ¿En qué están pensando? La semana que viene podría haber cinco salvamares más en Canarias y a coste cero», sostiene Furió. Activar esos refuerzos, según subraya el portavoz sindical no solo mejoraría las rotaciones de la plantilla, sino que ayudaría al Gobierno de Canarias en la gestión de la crisis migratoria. Si hay más buques de rescate, se podría trasladar a los migrantes a la isla que disponga de más recursos y no habría que desembarcarlos necesariamente en el puerto más cercano.
Plazas disponibles y buques parados
Además de la carga de trabajo físico, las tripulaciones de las embarcaciones de rescate tienen que soportar el impacto emocional que conlleva socorrer en alta mar a personas vulnerables que huyen de contextos extremadamente precarios. «Metemos a niños en bolsas. Nos enfrentamos a heridas muy graves sin ser médicos. Nos pasamos diez horas con el corazón en un puño buscando en el mar a cien personas que están en un cayuco a punto de hundirse. Y, cuando llegamos al muelle, nos avisan de que hay que desembarcar rápido porque hay otra barquilla en apuros», relata Furió.
En Canarias, subrayan desde CGT, hay cinco salvamares y dos guardamares dedicadas al rescate de migrantes, porque el resto de unidades están destacadas en puertos alejados o no tienen las características necesarias para intervenir ante una emergencia de este tipo. «Contamos con apoyos como los controladores o los helicópteros y los aviones que nos ayudan en la búsqueda, pero la realidad es que no rescatan», explica Furió, quien lamenta que España gaste «millones y millones» en construir nuevas unidades que «no hacen falta», dotadas con un helipuerto o con drones, «para los que ni siquiera hay pilotos y que terminarán por quedar oxidados en alguna base». Solo ayer, los equipos de Salvamento Marítimo tuvieron que auxiliar a 509 personas en nueve embarcaciones precarias que se dirigían a Lanzarote, Gran Canaria, El Hierro y Tenerife.