Los sindicatos del sector de la estiba han comunicado esta noche, de forma oficial, su decisión de desconvocar la huelga de la próxima semana ante la presión ejercida por los grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados, que han exigido diálogo con las partes al Gobierno, al ministro De la Serna y a sus funcionarios.
En un comunicado lanzado esta tarde, a regañadientes, por el ministerio de Fomento, se daba un plazo de una semana antes de presentar el Decreto en Consejo de Ministros del viernes 24 de febrero.
Este retraso, que había sido exigido por Ciudadanos, PSOE, Podemos y Coalición Canaria; estaba condicionado a la suspensión de la huelga convocada y al inicio de la negociación entre las empresas, representadas por la patronal Anesco, y los sindicatos sobre cuestiones que éstas no aceptan –a priori- incluir en la futura normativa, tales como la garantía de que los puestos de trabajo sean subrogados en las nuevas sociedades que deben sustituir a las Sagep, además de aspectos de formación profesional validada y compulsada para los trabajadores y un nuevo modelo de organización del trabajo en los puertos. Lo que viene siendo un convenio colectivo a gran escala.
Para que empresas y trabajadores lleguen a una entente, desde el Gobierno, concretamente desde el Ministerio de Empleo se han posicionado para ejercer de árbitros en las negociaciones.
Para los representantes de los trabajadores ha sido fundamental la intervención del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, así como del PSOE (ejercido por su baronesa andaluza, Susana Díaz), que han apoyado la postura de los trabajadores respecto a la búsqueda de diálogo y han asegurado que no respaldarían una reforma impuesta. En el mismo sentido, se han manifestado también Podemos, PNV, CiU, Esquerra Republicana (único partido que ha apoyado de palabra al colectivo de los trabajadores), Coalición Canaria, Nueva Canarias, Marea y Compromís.
Por su parte, desde Anesco han emitido también un brevísimo comunicado por el que la patronal «manifiesta su disposición al diálogo, como siempre ha hecho, y ofrece su colaboración para que pueda culminar con éxito el inevitable proceso de adaptación del modelo de la estiba español a la sentencia de 11 de diciembre de 2014». Sin más.
Se trata, en suma, de una excelente noticia para el conjunto de la economía española, muy buena para los trabajadores, regular para una patronal que anda desorientada y en mil batallas internas (muchas de sus asociadas han firmado la propuesta sindical), y una bofetada para el Gobierno español, que ve cómo el no disponer de una mayoría absoluta como la que tenían la pasada legislatura les obliga a tomar medidas que no les gustan, pese a que hace apenas diez días presumían de contar con todos los apoyos.
Durante el transcurso del jueves se conocerá el calendario de encuentros entre patronal (que ha pedido el auxilio del Ministerio de Empleo) y sindicatos, para culminar con el proceso negociador por el que estaban cerca de llegar a un acuerdo hace poco menos de dos semanas, antes que José Llorca –que debería ser cesado fulminantemente- truncara cualquier posibilidad de acuerdo.
DANIEL MOLERO
